El temor de los aspirantes a encontrar asilo o refugio en Estados Unidos se hizo real este lunes: el presidente Donald Trump, en la virtual primera medida de su nuevo Gobierno, canceló la aplicación CBP One, que les permitía entrar legalmente a territorio estadounidense para continuar el proceso desde dentro.
“Que todos tengamos cita en el CBP One en 2025”, se leía repetidamente, con sentimiento de oración, en papeles colgados en refugios en México, según destacaba la prensa de ese país. Los rumores sobre el cierre eran ya intensos. Ni siquiera los que ya tenían hora y fecha de cita se salvaron. El sistema cerró y todos los no atendidos hasta la mañana del lunes ya no tendrán opción.
La aplicación gozaba de gran popularidad entre aspirantes expulsados de sus países por la miseria, la persecución política o diversas crisis humanitarias. Con el sistema, impulsado por el saliente Gobierno demócrata de Joe Biden, 1.450 personas tenían cita por día en búsqueda del permiso condicional que les permitía entrar desde México y las habilitaba a buscar empleo.
Un regreso con el pie en alto frente a los migrantes
Trump ha hecho del tema de la migración una de sus principales banderas: “Devolveremos a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron”, dijo este lunes en su discurso inaugural, en medio de aplausos.
El mandatario regresa a la Casa Blanca por cuatro años provisto de una serie de iniciativas que le apuntan a la migración en un país históricamente nutrido, económica y culturalmente, por quienes llegaron de afuera.
Entre las medidas anunciadas, que deberían tomar forma en los próximos meses, está la declaratoria de Estado de Emergencia para militarizar la frontera con México, la expulsión de “millones” de migrantes y cambios en los derechos de ciudadanía.
Militarización, expulsiones y no derecho a la ciudadanía por nacimiento
La militarización, según Trump, ayudará no solo a reducir la llegada de migrantes irregulares, -o “la invasión”, como la llamó- sino el ingreso de drogas. Los cárteles del narcotráfico, además, serán declarados “organizaciones terroristas internacionales”, con lo que efectos jurídicos que implica.
El mandatario también ha anunciado operaciones de expulsión de migrantes irregulares en dimensiones sin precedentes históricos. El Gobierno de México, país del que proviene la mayoría de los potenciales expulsados, se vio precisado hoy a anunciar de inmediato medidas para recibir de regreso a sus ciudadanos.
Asimismo, y aunque no lo mencionó en el discurso, Trump ha anticipado que promoverá el fin del derecho a la ciudadanía por nacimiento, con lo que para optar por la nacionalidad estadounidense se necesitará que al menos uno de los padres sea naturalizado o tenga residencia permanente. Actualmente, las personas nacidas en Estados Unidos tienen derecho a la nacionalidad, independientemente de la condición migratoria de sus progenitores.
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Mayorías institucionales le pueden allanar el camino a Trump
No todas esas medidas serán de aplicación inmediata, pues en algunos casos se requerirán reformas legales. No obstante, Trump tiene bien atados los lazos del poder, con aliados mayoritarios en el Congreso y el sistema judicial que le pueden allanar el camino.
“Estados Unidos será respetado nuevamente. (…) La era dorada acaba de empezar”, dijo al cerrar su discurso Trump, que además reiteró promesas que tienen como ver con América Latina, como el cambio de nombre de Golfo de México por Golfo de Estados Unidos y la toma del canal de Panamá, del que aseguró que ha quedado al servicio de China.
Trump, que venció en las elecciones de noviembre a la saliente vicepresidenta demócrata, Kamala Harris, defiende la consigna “Make America Great Again” (Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser grande), un programa nacionalista conservador que, según él, apunta a robustecer el liderazgo mundial del país.
Un 13,8 % de la población de Estados Unidos tiene origen extranjero
Según un estudio de 2024 del Centro de Investigación Pew, en Estados Unidos viven actualmente unos 46,1 millones de inmigrantes, récord histórico que representa cerca de 13,8 % de la población total y que implica que la llegada de personas desde otros países se ha triplicado en los últimos 50 años.
De esos 46,1 millones, aproximadamente 77 % han regularizado la situación, lo que contradeciría el discurso de Trump de que los no documentados son mayoría. 23,4 millones son ahora estadounidenses naturalizados, 11,5 millones tienen residencia permanente y dos millones están con residencia temporal oficial.
De acuerdo con el centro de investigación, el número de migrantes no autorizados bordea los 11 millones.
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En todo el mundo hay quienes le apuntan al “sueño americano”
La investigación señala además que 23 % de los migrantes tiene procedencia mexicana. Le siguen India (6 %), China (5 %), Filipinas (4 %) y El Salvador (3 %). Salvo en el período 2009-2018, cuando la mayor parte de la migración llegó de Asia, en las últimas décadas la mayoría procede de América Latina.
El número de peruanos en Estados Unidos se acerca a los 700.000 y el de los venezolanos a 600.000.
Desde su nacimiento, Estados Unidos ha sido un país al que llegan millones de migrantes de todo el mundo por razones políticas, religiosas y, fundamentalmente, económicas. La migración es reconocida como una de las piedras angulares del crecimiento del país, que hoy se mantiene como el que tiene más pobladores nacidos en otras tierras.