Este 23 y 24 de septiembre se realizó la Cumbre del Futuro, en el marco de la 79.° Asamblea General de Naciones Unidas (ONU). El evento, precedido por jornadas de acción de dos días, se enfocó en cinco áreas: desarrollo sostenible; paz y seguridad; ciencia y tecnología; juventud y generaciones futuras y transformación de la gobernanza mundial. El líneas generales, se buscaba proponer compromisos para acelerar el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), incluyendo reformar el Consejo de Seguridad de la ONU.
Durante la cumbre, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reclamó que el sur global “no está representado de forma coherente con su actual peso político, económico y demográfico”. Además, advirtió que los ODS podían convertirse en el mayor fracaso colectivo. Según Lula, si se seguía al ritmo actual de implementación, “solo el 17% de los objetivos de la Agenda 2030 se alcanzarían a tiempo”.
Su par chileno, Gabriel Boric, secundó la necesidad de ejecutar urgentemente los compromisos para disminuir la pobreza, erradicar el hambre, actuar frente al cambio climático y otros ODS. Asimismo, también pidió mayor representatividad de los países en vías de desarrollo. “En el Consejo de Seguridad no está representado el mundo como es hoy”, sostuvo. Además, cuestionó el veto que ejercían Estados Unidos o Rusia en las asambleas de la ONU según el conflicto político que trataran. “2024 no es 1945”, manifestó.
Entre los países que votaron a favor estuvieron Perú, Chile, Ecuador, Brasil, España, Italia, Alemania y Estados Unidos. Siete países votaron en contra, contando a Rusia, Irán y Nicaragua. Otros 15 países se abstuvieron, incluyendo Bolivia y Cuba.
El canciller peruano Elmer Schialer, quien dirigió la delegación peruana ante la ausencia de Dina Boluarte, impedida de viajar por el Congreso en el contexto de los incendios forestales, consideró que la cumbre era un espacio para “promover la cooperación basada en la solidaridad, el respeto mutuo y la equidad”.
Además, alrededor de 20 no participaron en la votación del Pacto para el Futuro. Entre estos últimos estaban Argentina, El Salvador y Venezuela, según Infobae.
La canciller de Argentina, Diana Mondino, explicó que algunas de las disposiciones del pacto no concordaban con la agenda país. “Nuestras reservas y objeciones al Pacto del Futuro no son, sin embargo, un obstáculo para la Argentina porque, por el contrario, queremos tener alas para nuestro crecimiento en libertad”.
En ese sentido, durante su participación en la Cumbre del Futuro, el ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores de Venezuela, Yvan Gil, “abogó por la paz”, en palabras de Prensa Latina. Así, el funcionario venezolano manifestó el “firme compromiso con un futuro basado en la paz, el pluralismo, la solidaridad, el desarrollo y el bienestar para todas y todos”.
Pacto para el Futuro acuerda promover la contribución de los migrantes
En el marco de la cumbre, líderes mundiales aprobaron un Pacto para el Futuro, que incluye líneas de acción en diversas áreas, como la paz y seguridad, el desarrollo sostenible, los derechos humanos, entre otros. El documento, que consta del Pacto Mundial Digital y la Declaración sobre las Generaciones Futuras, también lista políticas y compromisos respecto a la migración.
- La medida 6 conmina a invertir en las personas para disminuir la pobreza y fortalecer la cohesión de la sociedad. En esa línea, se debería “maximizar la contribución positiva de los migrantes al desarrollo sostenible de los países de origen, tránsito, destino y acogida”. También se promueve la cooperación mundial para una migración segura y la garantía de los derechos humanos de los migrantes.
- La medida 31 consiste en garantizar que la ciencia y la innovación mejoren la vida de niñas y mujeres, en pos de la igualdad de género. Esto implica abordar los peligros que surjan del uso de las tecnologías, como el acoso y la violencia contra mujeres y niñas, incluyendo a las migrantes.
- El compromiso 13 incluye orientar y adaptar el desarrollo de capacidades de niños, niñas, adolescentes, mujeres, personas con discapacidad, migrantes, refugiados, desplazados internos, pueblos indígenas y personas en situación de vulnerabilidad para que puedan participar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 5 y 10 de Naciones Unidas, referidos a alcanzar la igualdad de género y a reducir desigualdades, respectivamente.
- El compromiso 21 promueve el fortalecimiento de la cooperación entre los Estados para “garantizar una migración segura, ordenada y regular entre los países de origen, tránsito y destino”, mejorando la disponibilidad y flexibilidad de las vías para la migración regular y “reconociendo las contribuciones positivas de los migrantes al crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible”.