El 1 de octubre, el mismo día que Claudia Sheinbaum asumió como presidenta de México, militares mexicanos dispararon a vehículos que trasladaba más de 30 migrantes y mataron a seis personas en el tramo carretero Villa Comaltitlán-Huixtla, en el estado de Chiapas. Uno de los fallecidos era peruano, de acuerdo con la Cancillería del Perú.
Según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), cerca de las 9 de la noche (hora México), integrantes del Ejército mexicano identificaron un vehículo pick up que iba a alta velocidad y que, “al ver al personal militar, se evadió”, a unas 50 millas de la frontera con Guatemala, detalló Univisión. Estaba acompañado de dos camionetas de redilas, que, de acuerdo con la secretaría, se parecían a “las que usan grupos delincuentes de la región”. Dos militares dispararon y detuvieron una de las últimas camionetas tras “escuchar detonaciones”, indicó la entidad en un comunicado.
“Posteriormente, el personal militar (…) identificó a 33 migrantes de nacionalidad egipcia, nepalí, cubana, india, pakistaní y árabe, de los cuales cuatro habían fallecido, 12 lesionados y 17 ilesos”, señaló Sedena el 2 de octubre. Los heridos fueron trasladados al Hospital General de Huixtla, donde murieron dos más. Las 17 personas que resultaron ilesas fueron conducidas al Instituto Nacional de Migración.
El mismo día del comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú confirmó que una de las víctimas mortales era de nacionalidad peruana.
El Perú condena enérgicamente los hechos acontecidos, que han causado hasta el momento el fallecimiento de seis migrantes, incluyendo la irreparable pérdida de la vida de un connacional".
Cancillería peruana
Asimismo, la Cancillería peruana exigió una investigación urgente que «determine las responsabilidades del condenable acto”. También dijo que iba a brindar asistencia humanitaria a la familia de la víctima.
Las dos personas que fallecieron en el hospital procedían de Egipto: una joven de 18 años y una mujer de 42, de acuerdo con Diario del Sur.
A la fecha, los dos militares que dispararon han sido separados de sus funciones y puestos a disposición de la Fiscalía General de la República.
“Es un hecho lamentable y tiene que ser investigado y sancionado”, refirió la flamante jefa del Ejecutivo federal, Claudia Sheinbaum, en la Mañanera del jueves 3 de octubre. “Es la Fiscalía quien tiene que hacer la investigación de cómo ocurrieron los hechos, (…) si hay responsabilidad adicional de mandos o solamente los que dispararon”. Asimismo, informó que los fallecidos en Chiapas procedían de Egipto, El Salvador y Perú.
Ni la Secretaría de Defensa Nacional de México ni ningún medio reportó el hallazgo de armas entre los migrantes.
Reacciones
Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur) manifestó su “preocupación por los hechos ocurridos en Chiapas, donde seis personas migrantes fueron privadas de la vida durante un operativo del Ejército y al menos otras diez resultaron heridas”, vía Twitter.
Así también, el Colectivo de Monitoreo – Frontera Sur pidió que las muertes no queden impunes. “Estos hechos no son ni accidentales ni aislados, son consecuencia de las políticas migratorias restrictivas que el Estado mexicano sigue implementando. Especialmente son consecuencia directa de ordenar el despliegue militar para la contención de los flujos migratorios bajo una lógica de persecución y no de protección hacia las personas en movilidad, violentando y deshumanizando a las personas, poniendo en riesgo su integridad física, emocional y su vida”, consideró.
“Vienen sufriendo y encuentran la muerte nada más porque (a los militares) se les ocurrió disparar. Eso no es posible. Vale la pena, de veras, tomar en cuenta esta situación porque las familias sufren”, expresó a Telemundo Daniel Hernández, coordinador de un refugio migrante.