Este miércoles 25 de septiembre continúa la 79.º Asamblea de Naciones Unidas (ONU). Durante la reunión, los líderes mundiales continúan haciendo énfasis en la defensa de la paz, la desigualdad económica y el cuidado ante las nuevas tecnologías.
Volodymyr Zelensky, el presidente ucraniano, pidió el apoyo del resto de los países para alcanzar la paz y alertó que la planta nuclear de Zaporiyia estaba al borde de un desastre nuclear. Asimismo, acusó a Moscú de planear el ataque de más plantas nucleares. “Ucrania quiere terminar esta guerra más que nada en el mundo”, aseguró.
España pide que se respete “la voluntad del pueblo venezolano”
En ese sentido, el mandatario español, Pedro Sánchez, llamó a trabajar por la paz y la reconstrucción de Ucrania. “Desde España, condenamos la muerte de civiles inocentes”, manifestó.
Así también, Sánchez calificó de “preocupante” la situación en Venezuela después de las elecciones del 28 de julio. “Es imperativo el respeto de la voluntad del pueblo venezolano con un recuento de los resultados electorales en condiciones de total transparencia y verificación”, indicó.
Venezuela acusa a la “oligarquía” de promover el desconocimiento a la soberanía nacional
Por su parte, Yvan Gil, el ministro de Relaciones Exteriores del régimen chavista, sostuvo que “la oligarquía y sus satélites” difundían dos narrativas: una que desconocía la soberanía de los Estados y otra que promovía “el fascismo y el nazismo”. También se opuso a la reforma de la Carta de las Naciones Unidas.
Asimismo, defendió los resultados de la última votación en Venezuela dados por el Consejo Electoral. “El presidente Nicolás Maduro resultó electo con un apoyo claro y contundente”, aseguró, en respuesta a los presidentes que pusieron en duda esa versión durante la asamblea, como Sánchez.
Empero, coincidió con el mandatario español en pedir el alto al fuego en Gaza.
Bolivia rechaza las sanciones a Venezuela
En el caso de Bolivia, participó la ministra de Asuntos exteriores, Celinda Sosa, a pesar de que Luis Arce había sido programado previamente. Actualmente, el país vecino enfrenta una crisis política. A inicios de la semana, Evo Morales pidió a Arce que despidiera sus “ministros corruptos”, tras culminar la llamada “Marcha para salvar Bolivia”.
La ministra boliviana expresó su solidaridad con Cuba, Venezuela y Nicaragua. Además, rechazó las sanciones económicas contra Venezuela. En ese punto, Bolivia coincidió con Chile. El día anterior, el presidente Boric había pedido que se levanten las sanciones al país caribeño, debido a que, consideró, eso afectaba a la población venezolana, y no a los gobernantes.
En ese sentido, el pedido del mandatario chileno se basó en que, según sus propias palabras, su país no estaba preparado para recibir mayor cantidad de migrantes. “Cerca de 800.000 (venezolanos) se encuentran en Chile y, por responsabilidad debo ser claro en este punto, Chile no está en condiciones de recibir más migración”, adujo.
